De la instantánea a la descomposición del movimiento no había más que un paso. Después de captar el movimiento en un punto de su desarrollo, se trató de recogerlo en sus fases consecutivas.
Los primeros trabajos que analizaron el movimiento se deben a Edward Muybridge (1830-1904), nacido en Inglaterra, pero formado en Estados Unidos, donde desarrolló su profesión.
Hacia 1868, el médico francés Etienne-Jules Marey, empezó a dedicarse al estudio del movimiento. Esto llegó a oídos del exgobernador de California Leland-Standford, quien en 1872 concedió una subvención a Muybridge, para que estudiara la cuestión mediante la fotografía.
En 1878, realizó la serie de fotografías al galope de la yegua Sallie Gardner con 24 cámaras colocadas en hileras, cuyos obturadores eran accionados por unos cables que rompía la yegua al pasar.
Hoy que se celebra el 182 aniversario del nacimiento del fotógrafo británico, por eso quiero hacerle un pequeño tributo con este Time-Lapse realizado desde Punta del Moral, donde podemos observar el pueblo de Isla Cristina.
Un time lapse es una técnica fotográfica que consiste en la captación de imágenes fijas que después son reproducidas a una velocidad mayor a la que fueron tomadas. Esta técnica crea entonces una ilusión de imágenes aceleradas.
El método consiste en la captación de imágenes a determinados intervalos de tiempo. Vamos disparando una fotografía cada cierto tiempo, y al unir esas imágenes en un programa de edición de vídeo en nuestro ordenador, obtenemos una película con el efecto de imagen acelerada característico del time-lapse.
El vídeo y el ojo humano: Para que nuestro ojo perciba una sensación de movimiento natural en un monitor o pantalla de tv, hemos de mostrar imágenes a un ritmo de 25 por segundo. En un vídeo convencional estas imágenes son grabadas al mismo ritmo: 25 imágenes por segundo.